Cómo bien se sabe reducir los costos de producción es una tarea que todo empresario debe realizar de manera constante en su negocio, y las labores de campo no son ajenas a ello, puesto que se
trata de un sector altamente competitivo, dinámico y exigente.
Para comenzar, debemos establecer qué se entiende por reducción de costos. Se trata de una de las vías más comunes para mejorar la rentabilidad de la empresa agrícola y, por ende, la productividad. Hace referencia a producir lo mismo con menos o a producir más con lo mismo. En ambos casos los costos se habrían reducido.
Constantemente tratamos de reducir los costos sólo mediante el recorte de gastos; dejando de hacer algunas labores en los procesos de producción o reduciendo la cantidad de insumos, sin embargo, este tipo de acciones provocan lo que denominaremos “falsos ahorros”, los cuales pueden generar problemas posteriores en el desarrollo del cultivo, afectando sustancialmente la productividad y los ingresos por la actividad agrícola.
Los falsos ahorros pueden presentarse en la mayoría de los procesos productivos, a continuación, les mencionamos algunos ejemplos.
Todo lo anterior no quiere decir que en la agricultura no puedan reducirse los costos, de hecho se tiene que buscar constantemente la forma de hacerlo, sin embargo hay que tener claro el proceso de producción y tomar medidas en las que no se sacrifique el correcto desarrollo del cultivo y el estado fitosanitario, algunas acciones que se pueden tomar en busca de reducir los gastos son:
“Agroempresario, dejar de invertir no es ganar, evitar algunos pasos del proceso de producción puede parecer un ahorro, tanto de tiempo como de dinero y esfuerzo. Pero en ocasiones traen problemas posteriores que generan sobrecostos o sacrifican la productividad y rentabilidad del cultivo. Asegúrese que los procesos que está realizando, son los adecuados, además manténgase alerta sobre las posibles ofertas y gestione ahorros dónde sean convenientes”.